Me quitaste EL lugar y por primera vez en tu vida, me invadiste y me arrebataste el poder, obligándome a ponerme de rodillas y rogar que me perdonaras esta vez. Ahora estas tu en mi lugar, donde una vez te observe volver humillado y derrotado rogando tenerme a tu lado otra vez.
Hoy, desde abajo, te veo tan soberano... tan vanagloriado, tan seguro de tenerme arrepentida y derrotada... tan seguro de que solo te obedeceré sin cuestionar. Por eso te digo, me podrás tener atada, obligada a rendirte pleitesia y tributo, jugando con mi arrepentimiento. Es solo por hoy, me volveré a levantar y como siempre... armare una revolución y al final estaré de regreso en MI lugar, lugar que nunca debiste de tomar sin antes preguntar, pues nadie se sienta y vive para contarlo...
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