lunes, agosto 13, 2018

Marte

Todas las noches antes de dormir te observo y me pregunto si por tu culpa es que me siento últimamente en este infierno. ¿Qué tanto es tu efecto sobre mi y que tanto te uso de pretexto?

Pretexto. Tengo tiempo callada, vivo como una  vil observadora a la que le cuesta hablar y cada que lo intenta termina con algo banal. Banalidades son mis temas de conversación favoritas.

Va una semana, Marte, y cada vez te veo más lejano. ¿A dónde te vas con tu roja energía? Porque eres culpable de que en mi garganta haya brotado una guerrera, la cual no sabe callar. ¿Rojo planeta, te utilizo de pretexto? No te vayas, hay tanto por lo cual quiero pelear.

Ahora no se que miraré todas las noches por mi ventana. Cuando esté invisible para mi no quedará más que sincerarme y que de mi garganta salga lo que aún tengo que decir. Así sin pretextos.


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